Pues ya esta aquí la navidad, los belenes, los arboles adornados, la mesa con las mejores vajillas (esas que solo se sacan una vez al año), las luces por la calle, las compras.... y por supuesto rodearse de la familia y de los amigos que para mi es lo mejor de estas fiestas.
El peque sigue creciendo, se notan muchisimo sus patadas o puñetazos o yo que se que son, pero a veces, hasta la revista que tengo apoyada sobre la barriga pega un salto. Por supuesto, la tripa ha crecido muchiiiiisimo y en consecuencia mi ropa ya casi no me cabe y me tiene super agobiada. Menos mal que ahora en estas fechas, seguro que algo de ropa cae, que cada vez que veo el armario lleno de ropa que no me puedo poner, me entran ganas de ponerme a llorar ¡que tengo dos faldas estupendas sin estrenar! y encima una es de Armani (regalada por mi chico antes del embarazo, pero de invierno) y la otra de la colección de Lavin para H&M que en un arrebato me la voy a intentar poner hasta con calzador.
Ah! y luego está el tema del uniforme del trabajo que al principio estaba encantada con eso de llevarlo durante el embarazo porque así me ahorraba comprarme ropa, que hay que ver lo cara que es para lo poco que lo vas a usar, pero le estoy cogiendo una manía.... Además, como no puedo subirme a los tacones todos los días, pues me veo aun peor. Juro, que cuando esto acabe lo quemo.
Las fuerzas tampoco son las mismas y el cuerpo no me responde de la misma manera que antes. La verdad es que sigo haciendo lo mismo pero me cuesta muchisimo más y unas horas de baile o una tarde de compras me dejan hecha polvo, y eso lo llevo bastante mal. ¡Menuda llorera me pegue el domingo! aunque también dicen que las hormonas influyen mucho en el estado de animo.
Bueno, al menos esta noche es Nochebuena, me puedo poner taconazos aunque sea para estar sentada, mañana viene Papa Noel y los regalitos hacen mucha ilusión!! Que lo paséis todos muy bien!!
Ah! Este es mi último antojo de embarazada pero me parece que ni Papa Noel ni los Reyes Magos juntos obran el milagro... Ahorraré....
El peque sigue creciendo, se notan muchisimo sus patadas o puñetazos o yo que se que son, pero a veces, hasta la revista que tengo apoyada sobre la barriga pega un salto. Por supuesto, la tripa ha crecido muchiiiiisimo y en consecuencia mi ropa ya casi no me cabe y me tiene super agobiada. Menos mal que ahora en estas fechas, seguro que algo de ropa cae, que cada vez que veo el armario lleno de ropa que no me puedo poner, me entran ganas de ponerme a llorar ¡que tengo dos faldas estupendas sin estrenar! y encima una es de Armani (regalada por mi chico antes del embarazo, pero de invierno) y la otra de la colección de Lavin para H&M que en un arrebato me la voy a intentar poner hasta con calzador.
Ah! y luego está el tema del uniforme del trabajo que al principio estaba encantada con eso de llevarlo durante el embarazo porque así me ahorraba comprarme ropa, que hay que ver lo cara que es para lo poco que lo vas a usar, pero le estoy cogiendo una manía.... Además, como no puedo subirme a los tacones todos los días, pues me veo aun peor. Juro, que cuando esto acabe lo quemo.
Las fuerzas tampoco son las mismas y el cuerpo no me responde de la misma manera que antes. La verdad es que sigo haciendo lo mismo pero me cuesta muchisimo más y unas horas de baile o una tarde de compras me dejan hecha polvo, y eso lo llevo bastante mal. ¡Menuda llorera me pegue el domingo! aunque también dicen que las hormonas influyen mucho en el estado de animo.
Bueno, al menos esta noche es Nochebuena, me puedo poner taconazos aunque sea para estar sentada, mañana viene Papa Noel y los regalitos hacen mucha ilusión!! Que lo paséis todos muy bien!!
Ah! Este es mi último antojo de embarazada pero me parece que ni Papa Noel ni los Reyes Magos juntos obran el milagro... Ahorraré....
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